Compromiso y educación




Hace tan solo dos días la fotógrafa Isabel Steva Hernández "Colita", autora entre otras muchísimas obras del retrato que ilustra este artículo, tuvo la grandeza de rechazar el Premio Nacional de Fotografía aduciendo las siguientes razones en una carta dirigida al propio ministro: "La situación de la cultura y la educación en España, cómo expresarlo, es de pena, vergüenza y dolor de corazón. No es posible que exista dicho ministerio. Es una quimera. Habrá que esperar con ilusión, otros tiempos, otras gentes, otros gobiernos, que nos devuelvan a nosotros el orgullo y a ellos el honor. Así pues, de momento, sr. Wert, no me apetece salir con vd. en la foto." 

La valentía de esta carta muestra la grandeza y el compromiso que todavía pervive en todas las capas de nuestra sociedad, una sociedad evidentemente malherida por el deshonor y la impunidad con que las jerarquías de poder manejan los hilos  de esta nave en la que todos hemos sido embarcados. 

Como bien expresé en mi artículo "La democracia no es un derecho" estas voces únicas*, heroicas muchas veces, son las que verdaderamente pueden conseguir cambiar el rumbo de nuestro futuro. Espero que los oídos sordos de quienes dicen actuar en nombre de todos entiendan de una vez por todas que:

  • No hay mejor educación que el ejemplo. Por eso la mentira contante de nuestros dirigentes, el abuso de poder, la corrupción generalizada, el olvido de los débiles y desheredados y el control interesado que hacen de la justicia para que no pueda actuar nunca sobre ellos, constituyen el ejemplo palpable de que vivimos en un régimen sin ningún tipo de educación. 
  • No es admisible bajo ningún concepto que esta clase de personas ocupen las tribunas ni los palcos de honor, ni que nos concedan premios, ni que se hagan fotos con nosotros, ni que viajen y vivan a nuestra costa, ni que vayan por el mundo diciendo que nos representan. 
  • Y no es admisible tampoco, por último, la existencia de ningún político o dirigente, sea del partido que fuere, que no entienda que la voz educada y honesta de cualquier persona, hasta la del más mísero de los hombres de la tierra, es tan importante y tiene el mismo derecho a ser escuchada que la suya propia.   

La mayoría de las estructuras de poder actuales, las locales, las regionales, y por supuesto las estatales no son más que un ejemplo  de esta falta de educación verdadera, de este permanente caminar sin volver jamás la mirada hacia los que sufren, hacia los que pasan hambre, hacia los que protestan, hacia los que hablan otra lengua, hacia los que tienen otro tono de piel.  

Solo los grandes gestos de cada persona individual conseguirán cambiar nuestro paso en esta especie de "dejarnos llevar" con que avanzamos, idiotizados desde hace tiempo, camino del precipicio. Por favor, no dejemos de hacer gestos heroicos. No lo hagamos, y no dejemos tampoco de alabarlos. Solo así conseguiremos despertar a otros muchos de la ebriedad generalizada en la que hemos estado viviendo, de ese letargo de valores que tanto está durando ya.

JAJ.




* Igual que Colita también rechazaron premios similares el músico Jordi Savall (galardonado con el Premio Nacional de la Música 2014 hace solo unos días), el escritor Javier Marías (galardonado con el Premio Nacional de Narrativa 2012), el escultor Santiago Sierra (Premio Nacional de las Artes Plásticas 2010), el diseñador Daniel Gil (Distinción especial de los Premios Nacionales de Diseño 2001), o el director de Els Joglars Albert Boadella (Premio Nacional de Teatro 1994).


Empecé este artículo dedicado a artistas como Colita o como Savall con una foto de Gabriel García Márquez realizada por la propia Colita. Termino ahora a la inversa, con una imagen de Colita y a su lado unas palabras del universal autor de Cien años de Soledad, breves palabras extraídas de su magnífico discurso de aceptación del premio Nobel de Literatura y que parecen haber sido escritas para este momento. Os sugiero leerlas, como un último regalo para los oídos, escuchando el Arabesque número 1 de Debussy que os dejo también a continuación. ¡Disfrutadlo amigos!




Isabel Steva Hernández Colita (fotografía obtenida en: 
http://www.hoyesarte.com)


"Un día como el de hoy, mi maestro William Faullkner dijo en este lugar: "Me niego
a admitir el fin del hombre". No me sentiría digno de ocupar este sitio que fue suyo
si no tuviera la conciencia plena de que por primera vez desde los orígenes de la
humanidad, el desastre colosal que él se negaba a admitir hace 32 años es ahora
nada más que una simple posibilidad científica. Ante esta realidad sobrecogedora
que a través de todo el tiempo humano debió de parecer una utopía, los inventores
de fábulas que todo lo creemos, nos sentimos con el derecho de creer que todavía
no es demasiado tarde para emprender la creación de la utopía contraria. Una
nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta
la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad,
y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para
siempre una segunda oportunidad sobre la tierra."

Gabriel García Márquez (extracto de su discurso de aceptación del Premio Nobel).





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