Julieta
Cartel de la película Julieta (imagen obtenida en internet)
Sin concesiones para el humor esta vez, la fantástica estética visual de la película vuelve a poner de manifiesto el talento de un cineasta único.
La dirección de actores, como siempre, y cada plano, cada localización, cada decorado, cada elección de vestuario, todo está cuidado hasta el último detalle.
Las historia, el ritmo y los diálogos, puramente almodovarianos (por mucho que estén basados en varios relatos de Alice Munro), son muy buenos.
El final excelente, poesía cinematográfica en estado puro.
¡Enhorabuena!
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